En los últimos años ha resurgido un interés por los beneficios de los psicodélicos para la salud mental. Esto no solo ha venido desde la ciencia y la medicina, sino también desde las personas que buscan alternativas para obtener bienestar. No obstante, para infortunio de ambas partes, los psicodélicos han sido perseguidos por el prohibicionismo por más de 50 años. Esta política ha mantenido la estigmatización hacia dichas sustancias psicoactivas y sus usos ancestrales.Después del conjunto de crisis acentuadas por la pandemia, el consumismo ha ofrecido alternativas para atender a una sociedad aquejada por el exigente sistema de productividad. Esto ha sido producto de una salud mental afectada en la población general y, como respuesta, se venden soluciones sencillas para problemas complejos. Lastimosamente dentro de esas alternativas existe una alta expectativa del uso de psicodélicos como remedio inmediato. Esto ha traído consigo mucha desinformación y un mercado de “nuevas medicinas para el alma”, entre las que se incluyen los hongos psicoactivos, pero con una administración sin ninguna relación psicoterapéutica. Por esto se presenta, a continuación, una cortaguía para reducir los riesgos en su uso.